La Sanación Reconectiva para animales se hace de la misma manera que con las personas; presencial o a distancia, con los mismos resultados.
También los animales pueden beneficiarse de las nuevas frecuencias de la Sanación Reconectiva y armonizarse no sólo a un nivel físico, sino también liberar miedos, ansiedad o patrones conductuales disarmónicos. Les devuelve su equilibrio y bienestar.
Al no tener tantos bloqueos como tenemos los seres humanos, prejuicios, resistencias o creencias limitantes, resultan unos pacientes idóneos, muy receptivos a cualquier tratamiento.
El número de sesiones, su duración y procedimiento son los mismos que para las personas.
Es aconsejable que las sesiones se faciliten a una hora en la que el animal esté tranquilo, fuera de su horario habitual de comidas o actividades de marcado cumplimiento, y en la que no haya excesivo tránsito de personas (niños, visitantes, familiares).
Es deseable también que el dueño informe al facilitador acerca de comportamientos o características propias del animal (por ejemplo, si está muy socializado o no, si es amigable, nervioso o agresivo, etc.).
Así la sesión puede programarse atendiendo a las condiciones más idóneas (por ejemplo, si el animal va a estar enjaulado o en libertad, si conviene que su cuidador u otro animal al que esté muy unido emocionalmente esté presente, etc.).
No hace falta que el animal esté a solas con el facilitador. En ocasiones incluso convendrá que no sea así, pero la sesión siempre estará focalizada a un único animal (aunque lo más probable es que los
seres que estén a su alrededor también se beneficien).
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